viernes, 20 de febrero de 2015

Primavera tardía o sobre cuando la floración no es posible por las presiones del medio


Ayer estuve en el COC viendo la película japonesa "Primavera tardía" del director Yasujiro Ozu, de 1949.

Noriko es una japonesa que vive con su padre viudo. Ambos disfrutan de una vida plácida, en la que Noriko se siente cómoda y feliz junto a su padre, además de útil. La guerra ha terminado presumiblemente hace 4 años y ella estuvo un tiempo haciendo trabajos forzados. Eso explica quizá, que ya en la nueva situación de libertad, sea feliz con ese tipo de vida sencilla de la que los contemporáneos hoy no saben - o sabemos - disfrutar en ocasiones. 

Su padre es profesor universitario y traduce libros. Tiene un ayudante muy apuesto que congenia bien con Noriko aunque está comprometido con otra mujer. Esta cuestión no es relevante para Noriko en el sentido de que no tiene ninguna pretensión con el ayudante; simplemente, sabe disfrutar de su compañía y se divierte dando paseos en bici o conversando con él. El papel que verdaderamente parece gustarle a Noriko es el de cuidar de su padre. Sin embargo, y en esto creo que no hemos cambiado lo suficiente, la familia de Noriko se empeña en que debe casarse porque la consideran mayor para permanecer soltera. Pareciese que la única vía de felicidad futura para Noriko pasase por tener que casarse. Ella declara ser feliz estando con su padre y con la vida que lleva pero la tía de Noriko presiona y organiza un matrimonio de conveniencia. Estamos hablando del año 1949 y muchas personas suelen decir ante determinados temas frases manidas como "pero todo eso ya está superado". No creo que hayamos evolucionado suficiente. Llegan ciertas edades y muchos atrevidos suelen hacer las mismas preguntas aún en el año 2015. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

10 bandas que van a sonar fijo el 26 de febrero en Café Bar Espantaperros


El próximo jueves 26 de febrero, mi amiga francesita me ha invitado a poner música en Café Bar Espantaperros; soy una pequeña aficionada y desde el máximo respeto a los pinchadiscos profesionales, voy a compartir con vosotros 10 bandas que van a sonar el próximo jueves. Estoy haciendo la selección pero estas suenan seguro. El orden no significa nada en esta lista.

1) Rhye - The fall
Aunque como un amigo mío dice, quizá esta canción sea de sofá y no de bar, pero puesto que me dan libertad absoluta de poner lo que quiera, tengo ganas de que esta canción suene. Quizá podría recibir a mis invitados con esta canción tan seductora aunque también podría ser de despedida, ya que está llena de gran sensualidad. 
Aunque en las voces pareciese que hay alguna chica, resulta que se trata de un dúo masculino que se ha unido en California - Mike Milosh, canadiense, y Robin Hannibal, danés - capaz de generar atmósferas aterciopeladas y de despertar todos los sentidos.

domingo, 1 de febrero de 2015

Las partículas elementales de Houellebecq o sobre cuando no hay futuro


Éste era el último libro de Houellebecq de los que tenía en mi biblioteca y no había leído. Después del mapa y el territorio y Lanzarote, tenía pendiente leerlo, pues además era un regalo de mi amigo Rafowsky. De este autor, además de los mencionados, en su día leí Plataforma y Ampliación del campo de batalla y cuando pensaba que ya no podía sorprenderme, lo ha vuelto a hacer. Aunque no tengo un recuerdo muy detallado de Plataforma y de Ampliación del campo de batalla, creo que las Partículas Elementales es de todos, el que más me ha impresionado. Devastador.


La novela
Bruno y Michel son dos hermanastros que se han enfrentado a la vida de una manera muy distinta. Bruno es un vividor, con una vida sexual muy activa, que suele visitar un lugar llamado el Espacio Libre; me da la impresión que Houellebecq se aprovecha de este lugar para ironizar y meter el dedo en la llaga en esa sociedad que en el 68 fue hippie y ahora ha tendido hacia lo New Age. Talleres de yoga, pintura, meditación, tantra, comida ecológica, naturalismo, orgías, etc. son algunas de las experiencias que pueden disfrutarse en el Espacio Libre. Un lugar, que además de contar con adolescentes en buen estado físico, está plagado de cuarentones que vivieron el mayo del 68 y acuden a él en busca de sexo con cierta regularidad. En ese lugar, Bruno conocerá a Christiane, una mujer que también es asidua al sitio desde hace años y con la que vivirá una relación de pareja abierta, alejada de cualquier atisbo de amor, pero alimentada de una amistad reconfortante a esa edad. Con ella, participará en orgías y vivirá un tiempo.