martes, 19 de abril de 2016

La posibilidad de una isla de Houellebecq o sobre cuando el amor no compartido es una hemorragia


Vuelvo con Houellebecq a salirme de la pecera. La posibilidad de una isla (año 2005) es ya un best seller internacional cuyos derechos mundiales se han vendido a una treintena de países. Escucho en ocasiones a algunas personas, a las que les gusta sentirse especiales - como a todos, supongo -, "yo no leo best - sellers". Y siempre recuerdo algo que una vez me dijo un amigo - "El Quijote es un best seller"-. Pues eso, que no sirva el calificativo de best - seller para alejaros de este maravillo autor del "No future", experto en nihilismo.

La novela
En su juventud, Daniel era un famoso "cómico" que escribía obras y protagonizaba monólogos y películas en las que mezclaba su visión provocadora del mundo con una perspectiva fría y cruel de la existencia. Por lo que he leído de Houellebecq, podría atreverme a decir que es una reencarnación de Houellebecq en otra vida. 

Daniel sale durante años con Isabelle. Una mujer inteligente, con la que puede disfrutar de placenteras conversaciones teóricas, sobre ideas y otras cuestiones que, en general, escapan al común de los mortales; pero como bien dice el autor en una de sus numerosas frases lúcidas que aparecen en el libro, "de entre dos animales egoístas y racionales, al final había sobrevivido el más egoísta y el más racional de los dos, como siempre ocurría entre los seres humanos". Es lo que muchas veces hablo con mis amigos sobre observaciones o conclusiones que saco ante la muerte temprana de determinadas personas. Hace tiempo que me doy cuenta que los que mueren antes de tiempo, en general, son sufridores, o lo Houellebecq diría, irracionales. Otras personas se lamentan repetidamente ante una muerte temprana, afirmando algo que la mayoría de los lectores habréis escuchado en vuestra vida: "Siempre se mueren las buenas personas". Antes, yo solía responder con la idea de "No, es que todos somos mortales, bla bla bla", pero ahora lo que pienso es efectivamente lo que afirma Houellebecq. ¡Ay de los irracionales!.

domingo, 10 de abril de 2016

Los amores imaginarios de Xavier Dolan o sobre cuando el amor te aliena


Tenía ganas de ver alguna película de Xavier Dolan y el maravilloso youtube me lo ha permitido

Xavier Dolan es un actor, productor, director y guionista canadiense, del que me habían hablado como de alguien muy talentoso y que me ha interesado, además, porque nació en el año 1989 y en Canadá; con sólo 26 años,  ya ha dirigido 5 largometrajes, habiendo dirigido y escrito el primero a la edad de 19 años.

En 2014, ganó el Premio del Jurado del Festival de Cannes por su película Mommy


La película
Marie y Francis son amigos. Un día conocen a Nicolas, un jovencito angelical, con pelo rubio y rizos suaves, sonrisa embaucadora y pícara, apariencia de libre y feliz, cuerpo esbelto y autosuficiente. Trabaja como sismógrafo y por las noches lee. Es inteligente, interesante y divertido. Ante todo esto, ¿quién no podría enamorarse? Marie y Francis, sin embargo, niegan que Nico sea su tipo. Eso se confiesan mutuamente.

Los 3 se hacen amigos, en el previo de la siguiente cita, cuando se arreglan, Marie luce, exuberante, aplicándose su mejor rimmel a esa mirada color avellana a la que ella misma resta importancia por ser un color común y que dice ser compensada por su inteligencia. Mientras suena una versión de Bang Bang, y a la par que Marie se coloca su última adquisición vintage, en su casa, Francis, frente al espejo del cuarto de baño, se embadurna de perfume para acudir a la cita.

Se suceden las citas a tres, las fiestas, y Marie imita a Audrey Hepburn - el icono de Nico - colocándose vestidos y perlas, e incluso algún pañuelo en la cabeza, mientras Francis le regala un póster de Audrey a Nico, o una camiseta color naranja que sentará bien en la piel tostada y los rizos rubios del adonis. Suena The Knife, Nico baila con su madre y mientras tanto, Marie y Francis les observan desde el sofá. Una encontrando consonancia entre Nico y el David de Miguel Ángel y otro imaginando trazas de dibujos juntos.

Marie y Francis ponen toda la carne en el asador, tratan de conquistar a Nico disimuladamente, compiten entre ellos para ser la opción elegida de Nico; el amor les aliena; pero siempre llega el momento de la confesión. Al final arriesgan y se lo hacen saber a Nico y como podía intuirse, efectivamente, Nico es un adonis autosuficiente. 

Seguiré viendo otras pelis de Dolan. Prometedor.

martes, 5 de abril de 2016

"Francamente, Frank" de Richard Ford o sobre cuando se acerca el final


La novela

El año pasado descubrí a Richard Ford gracias a mi amigo neoyorquino. Francamente, Frank es una continuación de la trilogía que encierra la vida de Frank Bascombe, el afamado periodista deportivo que luego pasó a ser agente inmobiliario.

Superados los períodos de existencia y de permanencia, esta vez, Frank, cuenta con 68 años y efectivamente, se acerca el final de su vida.

Ha vuelto a Haddam, su antiguo barrio y sigue con Sally; a pesar de la alergia al compromiso que parecía vislumbrarse en el segundo libro de su trilogía. En esta ocasión, el libro se compone de 4 relatos que se construyen en torno a las consecuencias generadas por el huracán Sandy y que se van entrelanzando entre sí. Aprovechando ese telón de fondo, aparecen temas como el envejecimiento - yo diría que es el tema central -, el matrimonio, la muerte, la insatisfacción vital, el apego a lo material, la lucha sin sentido y otras ideas interesantes. ¿Hacer algo por la humanidad elimina o no el miedo a la muerte?, ¿ disponemos de suficiente tiempo para "alimentar" a más de 5 amigos?, cómo saber si se quiere a alguien de verdad o te quieren, qué hubiera pasado si, ¿es una necesidad hacer esa confesión de un secreto íntimo de última hora buscando la redención de un amigo a quien un día se traicionó?, ¿es posible mantener la dignidad en mitad de una enfermedad? 

Temas que uno se plantea durante su vida; unos antes que otros.