Ayer disfruté de eso de lo que tanto se habla últimamente; los pequeños placeres. En Badajoz, este verano, y por segundo año consecutivo, hay cine de verano en la terraza del Teatro López de Ayala. Los miércoles y jueves a las 22 horas. El año pasado fui a ver Tiburón y me gustó mucho la experiencia, a no ser porque había que ir a por la entrada a las 19 horas pues te quedabas sin ella. Ayer "arriesgué" y fui a las 21 horas a por la entrada - el calor en la ciudad no perdona, aunque este año está siendo más suave - y tuve suerte pues había entradas disponibles.
Así que me dirigí a disfrutar de esos pequeños placeres de los que hablaba al principio. Cine al aire libre, cerveza fría, viento agradable y primer acercamiento a este director, Wes Anderson. Dicen que este director te puede encantar o lo puedes aborrecer y es que parece que tiene un estilo muy personal; eso es lo que se intuye en Moonrise Kingdom. Planos, colores, forma de contar la historia, estética de los personajes, creación de un mundo propio y algo de surrealismo entrañable.