viernes, 29 de noviembre de 2013

Relato 4 - Lapidando a Enma Bovary


Ese día tocaba comentar el libro de Madame Bovary. A Kira le había gustado bastante. Le recordaba a Anna Karenina. Se sentaron en círculo, como solían hacer cada quince días, y la moderadora comenzó la ronda habitual, preguntando a los asistentes sobre sus impresiones. 

El grupo lo conformaban unas quince personas. Todas mujeres a excepción de dos hombres. Entre ellas, había un grupo de mujeres, que rondaba los cincuenta, que aparentaba contar con cierta cultura; tenían estilo y parecían liberadas. 

jueves, 28 de noviembre de 2013

Relato 3 - El ascenso


El señor Benítez dejó su chambergo amarillo mostaza en el perchero de la entrada de la oficina y subió.

- He estado revisando los informes y creo que el señor López ha cometido un fraude, dijo el señor Benítez.
- ¿Por qué entras en mi despacho sin llamar antes? le dijo el señor Trejo. Sal, llamas y vuelves a entrar.

Y eso hizo el señor Benítez. Era unos años mayor que el señor Trejo. Ambos habían sido colegas hasta el mes pasado y candidatos al puesto que finalmente había terminado por ocupar el señor Trejo. Tuvieron la reunión y al terminar el señor Benítez bajó las escaleras y no de dos en dos.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Relato 2 - Sumi y Sayuri: Una experiencia climácica


Por fin, Sumi y Sayuri llegaron a la casita que estaban buscando. Les recibió Irene con esa sonrisa amable tan característica y auténtica. Justo en la entrada de la casa, había un dibujo en forma de lagartija hecho a base de piedrecitas incrustradas. Irene se percató de que Sumi y Sayuri se habían quedado mirando el recibidor, en concreto, la lagartija.

- Esta lagartija la hicimos Juan y yo. Nos encantan las lagartijas. Ahora os daréis cuenta.

Subiendo las escaleras de la casa, había otras figuritas de colores y artesanales con forma de lagartija. Se sentaron alrededor de la mesa e Irene preparó una infusión de manzanilla que provenía de esos paisajes que Sumi y Sayuri llevaban días recorriendo.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Relato 1: El viaje a Copenhague

Kira estaba sentada en la tapería de la placita de Fuencarral; además de por la comida y la decoración, le gustaba porque en verano, con el riego por aspersión, emitía un vapor que refrescaba su piel en el ambiente caluroso de la capital y en invierno, por sus velitas y esas estufas móviles en forma de farola que le permitían estar en la terraza a pesar del frío. Se sentó en la mesa próxima una parejita que rondaba la treintena.
¿Te parece bien si pedimos una botella de Palacio de Bornos,  Cristina? – preguntó él. Es de Rueda.
Sí, no lo he probado – dijo Cristina -. Mientras él pedía la bebida, ella revisaba la carta y aprovechaba para sacar un espejito redondo que se había comprado en la tienda del Thyssen hacía poco tiempo. Se revisó la cara y el peinado, guardó su espejo y le dijo a Rubén – así se llamaba él – qué platos le gustaban de la carta.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Turistas de Wheatley: amor excéntrico y contracultura


La película

Chris y Tina son una parejita de novios que llevan pocos meses saliendo. Tina está muy ilusionada con su novio, parece que más por el propio valor que el novio puede aportarle, por el hecho concreto de tener un novio, ya que parece que nunca lo ha tenido - según expresa en alguna escena inicial a su madre - y por supuesto no va a desperdiciar la oportunidad de viajar con él por las Islas Británicas en caravana, aunque la madre esté de luto por la muerte accidentada de su perrito Poppy. 

Chris es un pelirrojo que al principio me recordó al sueco de la película La delicadeza, pero nada que ver. Chris quiere escribir un libro, Tina es su musa - idea por la que ella se siente totalmente entusiasmada - y quiere viajar y aprovechar las experiencias para desarrollar su soltura con la escritura. Los dos inician un viaje que estará repleto de sorpresas. Esta película, del 2012 y del director Ben Wheatley - del que no he visto ninguna anterior - ha sido premiada en el festival de Sitges por mejor guión y mejor actriz. Así que ya te estoy dando una pista. El argumento parece el de cualquier película de sobremesa, pero la personalidad de ambos individuos harán que esta película sea calificada como comedia negra y de ahí su relación con Sitges. Sí, lo gore está muy presente; eso sí, Chris siempre tiene un criterio para "hacer justicia", como por ejemplo, que un incivilizado arroje un papel en mitad de un tranvía londinense de 100 años o que un tipo autocomplaciente presuma de estar escribiendo su tercer libro y de tener dinero. Y es que uno de los valores más importantes en esta vida, es la humildad. Nunca sabes si un Chris o una Tina se pueden cruzar contigo cualquiera de estos días.