lunes, 27 de mayo de 2013

Pobre gente: la primera novela de Dostoievski

Después de haber leído El Capote, de Gógol, he querido leer esta novela de Dostoievski pues está influida por el Capote de Gógol y es a partir de esta novela cuando a Dostoievski se le empezó a llamar en algunos círculos como el nuevo Gógol. De hecho, dentro de Pobre Gente, se menciona al Capote de Gógol.
Dostoievski comenzó a redactar su primera novela, Pobre gente, a principios del año 1844, terminándola a mediados de 1845. Inicialmente, por partes en las páginas de un anuario colectivo y posteriormente, en 1847, volvió a publicarse una nueva versión, en forma de libro independiente con diferentes correcciones.
Esta novela fue muy bien acogida por uno de los críticos más importantes de la época, Visarión Belinski y otros intelectuales progresistas y con reservas por parte de los medios conservadores. En 1865 volvió a aparecer otra versión, la definitiva, que contenía otras correcciones.

La novela

El protagonista de esta novela, Makar Dévushkin, lleva 30 años de su vida trabajando como funcionario de la baja escala, copiando documentos en una administración de San Petersburgo. Al igual que el protagonista de El Capote, Makar pasa desapercibido entre sus compañeros, es constante, ahorrativo y cumplidor. Vive en una habitación muy barata, junto a una cocina y a través de la ventana, mira a la joven Varvara, una pariente lejana que parece ser que es el motivo de su existencia. Con ella, mantiene una correspondencia muy fluida, en la que ambos comparten sus vivencias diarias, sus preocupaciones, sus descubrimientos literarios, etc. Ambos están en una situación económica penosa, y por correspondencia, también intercambian libros y dinero. Ambos expresan sus alegrías y sus penas, reflexionan sobre el comportamiento humano, la miseria que les rodea, la crueldad, encontrando en la correspondencia, un medio con el que poder mantener una forma de dignidad. Por la novela, aparecen otra serie de personajes recubiertos del halo de patetismo que Dostoievski suele conseguir mostrar en sus obras.

La importancia de esta novela radica en que introduce la dimensión psicológica a la puramente narrativa que existía hasta el momento.


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