domingo, 12 de enero de 2014

El nuevo intelectual: Ayn Rand y el hombre productivo


La segunda de las entradas de este blog estaba dedicada a la autora de este libro. He vuelto a ella en esta ocasión con su ensayo El nuevo intelectual escrito en el año 1961 donde la autora presenta su sistema filosófico llamado objetivismo. 

En él, Rand distingue 3 tipos de individuos. Dos de ellos, son los causantes de la bancarrota de la sociedad. Unos son los místicos y otros son los bárbaros. Los primeros son aquellos que niegan que la existencia sea una realidad, se dejan guiar por las emociones y evaden hacer uso de la razón. Creen que en el mundo se dan situaciones que escapan a su control, y sienten que mediante la razón no encontrarán las soluciones a su vida. No tienen un propósito vital, viven con la moral del sacrificio y sienten culpa crónica. Usan la fe o alguna creencia que escapa de la razón - como la filosofía Zen u otras teorías que escapan a la mente - antes que la propia razón. Los bárbaros son los opuestos a los místicos aunque ambos se necesitan mutuamente. Son aquellos que viven y se ocupan de lo inmediato, que en algún momento dado pueden hacer uso de la fuerza física para lograr sus objetivos. Son los dictadores o los que oprimen al individuo a favor del colectivismo. No hacen uso tampoco de su mente, actúan automáticamente. Los primeros se guían por las emociones y en muchas ocasiones acaban abandonándose al vicio y los segundos se guían por lo automático y la fuerza física. Ambas tipologías recogerían a la gran masa de la población. 

Luego están los hombres productivos. Serían aquellos que tienen un propósito en la vida, tienen autoestima y sienten orgullo de lo que hacen. No sienten culpa crónica ni miedo. Creen que la realidad existe, que A es A. Un ejemplo de este tipo de hombres desde el punto de vista intelectual sería Aristóteles cuya obra surge y defiende el uso de la razón para gobernar la vida. Luego llegaría Kant para destruir esta idea y fomentar la vuelta al oscurantismo y al misticismo. 

El hombre productivo sería el hombre que crea, que usa toda la capacidad de su mente, que es original, que no acepta trabajos en los que su mente no funcione a pleno rendimiento ni engaña para optar a trabajos que escapan o superan a su mente. Podría ser el ingeniero que crea una máquina, el arquitecto que construye un edificio coherente con sus valores y su conocimiento - y no basado en copias del pasado -; sería el artista que genera una obra fruto de su pensamiento, el científico que usa su mente para crear realidades demostrables y que luego el industrial se encargará de hacer llegar a toda la sociedad. Los productivos son hombres apegados a la vida, que viven para sí mismos y que se relacionan voluntariamente con otras personas que le aportan valor. Son intercambiadores de valor. No aceptan la moral del sacrificio. Sus actos son acordes con sus valores, no son parásitos, no se sacrifican por los demás ni piden a los demás que se sacrifiquen por ellos. Todos los actos que realizan con los demás son voluntarios. 

En este ensayo Ayn Rand extrae diferentes fragmentos de cada una de sus cuatro novelas, por los que se puede iniciar el contacto con su método filosófico. Extractos de Los que vivimos, Himno, El Manantial y la Rebelión del Atlas.

Un libro bastante potente no apto para aquellos que tengan unas ideas místicas o bárbaras muy arraigadas. En youtube, puedes encontrar una entrevista que le hicieron desde la Universidad de Michigan a la autora del nuevo intelectual. Te dejo el primer vídeo de una serie de cuatro.







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