Este viernes estuve viendo una película documental de Polanski. En concreto, Confesiones de Roman Polanski que dirigió Laurent Bouzereau en 2011. En ella, Polanski habla con su amigo Andrew Braunsberg sobre su vida desde su casa de Suiza. La infancia del director, su detención en 2009 por un episodio que ocurrió en 1977, las conexiones de su obra con su vida y otras cosas que me parecieron bastante interesantes.
Polanski nació en París, en 1933, cuando Hitler ascendió al poder. Su familia era polaca. Judíos no practicantes. En 1936 decidieron volverse a instalar en Cracovia. Aunque la madre de Polanski era de origen ruso y sólo medio judía y tanto su padre como su madre eran agnósticos y no habían dado una educación religiosa a sus hijos, en el 1939, un edicto obliga a los judíos a portar una estrella de David en el brazo y ellos, también son obligados a llevarla. Luego tendrán que trasladarse al gueto judío de la ciudad. En el gueto, van creciendo las redadas y en una de ellas, se llevan a su madre, que morirá en una cámara de gas. Desconocía este hecho. Impresiona ver cómo Polanski va narrando todo en el documental y cómo le va cambiando la cara desde el punto de vista de las emociones según las historias que va narrando. Pero bueno, esta entrada, no va dirigida a hablar sobre ese documental que ha sido la base de lo siguiente.
Había visto algunas películas de Polanski. Como Repulsión, China Town, El Pianista, Un Dios Salvaje - de ésta dejé una reseña una vez en este blog - y alguna más por ahí que no recuerdo. Aunque me lo habían comentado antes, no recordaba un dato que me llamó la atención; que la mujer de Polanski es Emmanuelle Seigner. He visto poco cine de ella pero sí había escuchado temas musicales y visto algunos vídeos. Me parecía una mujer cuanto menos enigmática aunque mucho más que eso. Dice Polanski en el documental que a Emmanuelle lo que más le gusta es su faceta musical.
Así que bueno, una tuitera me recomendó una peli. "Lunas de hiel". Vi el reparto. Estaba Emmanuelle así que me decidí a verla.
Lunas de Hiel
Película dirigida y producida por Polanski en 1992. Nigel y Fiona son un matrimonio sin hijos que lleva 7 años juntos. Clásicos británicos. Están haciendo un crucero que les lleva a la India. En el barco, Nigel conoce a Mimi. Una francesita voluptuosa, hermosa y con un halo de perversión. Después de quedar impactado por ella, conoce a Óscar. Un escritor americano que resulta ser el marido de Mimi y que está postrado en una silla de ruedas. La conversación que mantienen estos dos hombres sobre Mimi es muy explícita y potente. A partir de ahí, Nigel se verá periódicamente en el barco con Óscar y éste le irá relatando la historia de amor que lleva viviendo con Mimi desde el día en que se conocieron. En paralelo, Nigel se cruzará por momentos con Mimi que ejercerá un magnetismo inevitable en el aparente hombre "correctísimo" que es Nigel. Fiona por su parte, tendrá que observar cómo su marido va cada día a pasar tiempo con Óscar y el interés que Mimi despierta en su marido. Celos pero puede que también cierta indiferencia y hastío.
Una visión psicoanalítica a través de los personajes
Nigel (Hugh Grant) - Marido de Fiona. Joven, guapo, un poco insulso y aburrido. Lleva 7 años de matrimonio con Fiona. Probablemente, se decidieron a realizar un viaje en crucero y a la India por todas esas exploraciones que muchas veces se hacen para ver si xyz. Políticamente correcto. Parece tener asumido que Fiona es su destino y vive así. En la supuesta calma del matrimonio que empieza a consolidarse. A su estado de insatisfacción se le une una latente atracción por una mujer que sí parece estar viva y que desprende sensualidad. Mimi. Esa francesa voluptuosa que bebe whisky y baila en el bar del barco en solitario. Curioso que de entrada, en una conversación con Mimi, especifique que es un patoso bailando y que no sabe bailar, y cómo supera este complejo (justificadísimo) en una escena final que le lleva a hacer cualquier cosa que sea necesaria (bailar) con tal de poder acercarse y si es posible, besarse con Mimi. Su lado racional y educado - su superyó - se escandalizará cuando Óscar le va relatando la relación tormentosa vivida con Mimi. Pero su parte visceral - el ello - le seguirá llevando una y otra noche al camarote de Óscar para que le cuente toda la tormenta que ha sido la relación con Mimi.
Óscar heredó un dinero que le permitió irse a vivir a París donde se dedica a escribir. Aunque no tiene ningún libro publicado. El clásico hombre al que le gusta "ir de bohemio". Ése que piensa que las relaciones tienen que estar siempre en un momento álgido. Que cuando decae la pasión, suele poner punto y final. Un hombre que posiblemente no sea capaz de amar o que no ha conocido el amor. ¿Quién no es capaz de amar? Entre otros, el perfil psicopático. Ese momento de la película en que Óscar dice con voz en off: "¿A quién no le gusta ejercer alguna vez de sádico si se presenta la oportunidad?". Algo así dice.
Desde el punto de vista del psicoanálisis me llamaron la atención una serie de cosas. Se confirma eso que aprendí una vez sobre que "el maltrato produce adicción". Qué bien está reflejado esto en la película.
Ese momento en que Mimi, tras una ruptura con Óscar, se presenta en su apartamento y lo espera durmiendo en el suelo de su entradita; y le reclama. Se arrodilla. Le besa y le agarra las piernas. Le pide que le deje volver. Le confiesa estar dispuesta a aceptar que Óscar esté con otras mujeres. Le dice que hará todo lo que le pida pero que le deje seguir con él. Eh, momento puede que extremo y algunos dirán que exagerado, pero qué bien está conseguida esa pérdida de dignidad irremediable que muchas veces ocurre en el amor. Los coach y psicólogos te dirían que Mimi tiene dependencia emocional (je).
Resulta que ante ese panorama, Óscar decide aceptar. Y es ahí, cuando también decide ejercer de sádico. Qué bien se refleja todo. La evolución desde la belleza inicial de Mimi hacia su degradación estética. ¡En cuántas parejas ocurre esto! ¡El que no es suficientemente amado y se degrada físicamente! ¡Cuántos hombres y mujeres que se convierten en gordos o que se abandonan físicamente dándose atracones con el frigorífico! Demoledor cuando Óscar le pregunta a Mimi si ya no baila y ella responde algo así como: "Bailar sale del corazón. Yo no puedo bailar porque mi corazón está roto".
Y cuanto más le maltrata, más dependencia tiene ella. Ese momento en que Óscar se ríe del pelo de Mimi y le dice que le recuerda al perro del vecino. E indaga riéndose de su grano. Delante de otras mujeres. Ridiculizando a Mimi. Eso es hundir a una persona. Y aunque usted, querido lector, no se haya dado cuenta, observe en su entorno. El mundo funciona a base de maltrato. No digo más de la película. Le animo a verla. Preste atención.
Lo escribe: PAZ HERNÁNDEZ PACHECO.
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