De cómo la encantadora Wadjda reta a la sociedad saudí con su bicicleta verde

¿Te interesa el árbol genealógico de tu padre? Tú no estás, sólo incluye a los hombres

La bicicleta verde es una película de la directora Haifaa Al Mansour de Arabia Saudí. Haifaa Al Mansour es pionera en su país por ser la primera directora de Arabia Saudí en firmar una película. Premiada en el Festival de Venecia en 2012 en la categoría de mejor película. Está basada en una historia real ocurrida a la sobrina de la directora.

La película

Wadjda es una chica de 10 años que vive en Riad, la capital de Arabia Saudí. Una sociedad en la que ya se sabe que la mujer está completamente discriminada. Wadjda va al colegio, recita el Corán y tiene un amigo que se llama Abdullah con quien quiere hacer una carrera en bici y ganarle. Lo malo es que en Arabia Saudí las mujeres no pueden montar en bici porque es un comportamiento indigno y se tiene la idea de que quien monta en bici no podrá tener hijos. El padre de Wadjda es uno de esos sauditas que tiene a muchas mujeres para él y tiene que elegir. El hecho de haber tenido una hija - en lugar de un hijo - con la madre de Wadjda no supone ningún "lastre" para tener que responder a esa responsabilidad. El padre de Wadjda está en pleno proceso de elegir con cuál de todas sus novias se va a casar y la madre de Wadjda espera que va a ser la elegida pues se considera bella y la mejor candidata. No obstante, para intentar lograr ser la elegida, comprará un bonito vestido rojo en un centro comercial para mostrárselo a su futuro marido, se dejará el pelo largo porque a su futuro marido le gusta - aunque a ella le gusta más corto - y dejará las bandejas de comida en la puerta del salón para los amigos de su futuro marido mientras ella y Wadjda siguen en la cocina para seguir impresionándolos. 

Wadjda no tiene bici y en la calle, uno de esos días en los que habla con Abdullah, ve la imagen de una preciosa bicicleta verde en la baca de un coche y sale corriendo para averiguar en qué tienda se va a vender. Wadjda tiene claro que esa bicicleta será para ella aunque no tenga dinero. Hará pulseras para vender en el patio y hasta participará en un concurso escolar sobre el Corán para poder comprarse la bicicleta. Ni los planes de la madre ni los de ella se cumplirán pero lo interesante de la película es todo lo que subyace en su contexto social.

Los personajes

• Wadjda: es la protagonista de la película. Tiene 10 años y a pesar de vivir en una sociedad que discrimina hasta el infinito a sus mujeres,es rebelde, emprendedora y muy carismática. Usa zapatillas de puntera blanca, lleva la cabeza sin tapar con frecuencia, escucha música americana y habla en mitad de la calle con Abdullah, un vecino varón amigo con el que se supone que no debería hablar, pues las chicas no deben exponerse a la mirada de los hombres. Reta a Abdullah a una carrera en bici, de la que está segura que ella resultará ser la ganadora.
• Abdullah: es el amigo de Wadjda. Aparece en la película cruzándose con Wadjda en numerosas ocasiones. Seguramente tenga un conflicto entre el comportamiento que su sociedad le transmite que debería tener y el comportamiento real que le apetece tener con Wadjda. De hecho, admira a Wadjda y un día le dice que de mayor quiere casarse con ella. 
• Madre: la madre de Wadjda es una guapísima mujer saudí que está obsesionada con ser la futura mujer del padre de Wadjda. Vive pegada a un teléfono, manteniendo conversaciones con otras mujeres y sobre numerosos cotilleos de los malos comportamientos de otras, tiene el pelo largo y moreno porque a su futuro marido le encanta, sale siempre vestida y tapada de arriba a abajo, como manda la norma y para desplazarse suele viajar en un taxi cuyo conductor es uno más de entre tantos taxistas de Arabia Saudí que desprecian a las mujeres a las que trasladan y muestran su insoportable mala educación. La madre de Wadjda casi murió cuando tuvo a Wadjda y no puede tener más hijos. Su futuro marido le chantajea con la idea de que si ella le diera un hijo varón seguramente sería la elegida. No obstante, a la madre de Wadjda aún le queda cierta dignidad - de la de verdad - y rebeldía en su interior. No sería explicable el comportamiento de Wadjda si su madre no tuviera este ingrediente también en su personalidad más esencial.
• Padre: típico saudí con muchas mujeres como candidatas para casarse con él. Va a ver a la madre de Wadjda y a Wadjda muy de vez en cuando y como hacen otros hombres - no sólo en Arabia Saudí - suple la asunción de sus responsabilidades familiares y domésticas y su necesario tiempo de dedicación para su familia con algún regalito original o misterioso que a cualquier niña de diez años puede gustar. Eso sí, seguramente no sepa nada de la talla de ropa de Wadjda, ni de quiénes son los amigos de Wadjda, ni qué música escucha Wadjda ni de quiénes son los amigos de Wadjda. Pero esa cuestión puede suplirla regalándole un amuleto de la suerte para que se distraiga.
• Profesora: la profesora de Wadjda es una mujer aparentemente recatada que condena públicamente a dos estudiantes que en el patio se tocaron o estuvieron expuestas a la mirada de los hombres pero que en la oscuridad de la noche aprovecha para tener algún encuentro a escondidas con algún amante saudí. Esa doble moral que se hace más insoportable si encima tratas de dar lecciones de moralidad a las alumnas de un colegio y les transmites cierta obsesión por el recato, el honor y la dignidad femenina mal entendida.

Una de las mejores escenas es el diálogo final que se establece entre la profesora y Wadjda. Pero para saberlo, tienes que ver la película. No es una obra de arte pero seguramente te sirva para desconectar de esta burbuja occidental en la que estamos muchas veces tan inmersos. Merece la pena ver la película y si tienes hijos de la edad de Wadja o alrededor de los diez años, ve con ellos a verla.