sábado, 9 de enero de 2016

Sumisión de Houellebecq o sobre cuando Europa se ha suicidado


Como algunos de los lectores del blog saben, Houellebecq es uno de mis autores favoritos contemporáneos. Las partículas elementales, Lanzarote y El mapa y el territorio son algunos de los libros que han aparecido por la Pecera, aunque hace más años - cuando no existía este blog - leí del autor Plataforma y Ampliación del campo de batalla. 

Tenía muchas ganas de leer Sumisión, por el propio Houellebecq, fundamentalmente, y también por curiosidad, ya que el día que se estrenó el libro, fue el atentado en el semario satírico francés Charlie Hebdo; precisamente, la revista había dedicado a Houellebecq la caricatura de la primera página y otras más de ese número.

La novela
François es un profesor universitario cuarentón - o cuarentazo - que lleva una vida rutinaria, impartiendo clases en la Sorbona, en París. Su vida sexual se limita a historias breves que casi siempre terminan con la chica pronunciando la frase "he conocido a alguien". Myriam es una judía con la que tiene encuentros esporádicos, veinteañera y que sabe satisfacerle bien; el chollo se le acaba cuando la Hermandad Musulmana gana las elecciones, pactando con el partido socialista y desbancando al Frente Nacional en la segunda vuelta. Los judíos se marchan de Francia a vivir a Israel y aunque Mohammed Ben Abbes, el líder del nuevo partido, es moderado, comienzan a producirse importantes cambios en el país como una conversión generalizada al islam de los profesores universitarios. Los petrodólares permiten triplicar el sueldo a los profesores universitarios, con la condición de que estos se conviertan al Islam y a François se le presenta un dilema. ¿Jubilarse con su sueldo íntegro o convertirse con un sueldo triplicado y con la posibilidad de practicar la poligamia, pudiendo tener entre sus mujeres a alumnas jovencitas y macizas? Es el año 2022 y Europa se ha suicidado.



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