A escondidas,
ella da cinco duros a los niños.
Él los manda al lejío,
quiere escuchar el parte.
Ella prepara el piporro con agua fría,
y desenrolla la alfombra por el pasillo.
y desenrolla la alfombra por el pasillo.
Cuando él llega con el mulo,
lo lleva a la cuadra
y se refresca al final del día.
Él es un hombre de acción,
honesto, sin florituras.
honesto, sin florituras.
Nunca se da importancia.
Sabrás que lo bueno es lo honesto.
Ella es feliz regando las macetas de su patio,
nunca la oirás criticar a nadie.
nunca la oirás criticar a nadie.
Él ha llegado alguna vez de jolgorio,
incapaz de quitarse las botas de San Isidro;
incapaz de quitarse las botas de San Isidro;
ella le ayuda,
y luego da vueltas al brasero de picón.
Se quieren.
Sólo hay que ver cómo se miran.
Sólo hay que ver cómo se miran.
En esa casa,
los silencios son verdad.
los silencios son verdad.
No está adornada de palabrería.
Sabrás que la verdad es la belleza.
Tienen el corazón lleno,
y la mente vacía.
y la mente vacía.
Paz Hernández
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